Fabian Villegas / Entrevista por Bocafloja / by Sociedad Cimarrona

Educador popular, Poeta y Escritor; Fabian Villegas, conversa con Sociedad Cimarrona sobre la coyuntura política actual en México, Hip Hop, Industrias culturales y otras rimas.

1-Cual es el clima político actual en México? Cuál es el balance general de este sexenio y como se vislumbra el panorama en los próximos dos años?

 El balance del sexenio en términos generales es totalmente alarmante, hace 4 años no hubiese podido imaginar un escenario tan devastador. Durante décadas ha sido sumamente necesario identificar las crisis, construir narrativas de ellas, mapear su horizonte temporal, su causas, y sus responsables, sus víctimas y sus victimarios históricos, pero hoy en día en México la situación se ha agravado muchísimo, con certeza podemos afirmar que tenemos una multi heterogeneidad de crisis. Crisis generalizada de derechos humanos, violaciones sistemáticas de derechos humanos, crímenes y terrorismo de estado, persecuciones políticas, feminicidios, criminalizaciones, encarcelamientos, desapariciones, ejecuciones extra judiciales de líderes comunitarios, maestros, campesinos, estudiantiles, normalistas, periodistas, miembros de organizaciones ambientales, grupos indígenas, activistas etc. Crisis económica, generada fundamentalmente por el modelo económico, el modelo de acumulación, y en esta coyuntura por el paquete privatizador y austericida de las reformas estructurales del gobierno de Peña Nieto. Privatización de todo el sector energético, privatización de la salud, privatización blanda de la educación, desmantelamiento del sistema de jubilaciones y pensiones. Desmantelamiento de empresas estatales fruto de luchas sociales y conquistas políticas históricas, crisis financiera acompañada de una devaluación de la moneda sin precedentes. Somos actualmente el segundo país con el salario más bajo de toda Latinoamérica y estamos entre los 5 países con las jornadas laborales de mayor horas a nivel mundial. Estamos viviendo a escala global formas de crisis civilizatorias, pero estoy convencido que como hace 50 años Sudáfrica podía ser un caso paradigmático para analizar y entender el fenómeno del colonialismo interno, actualmente México es un caso paradigmático para entender las dimensiones políticas, éticas, incluso espirituales de lo que significa una crisis civilizatoria. Estos 2 próximos años serán decisivos justo por el escenario electoral del 2018, va ser determinante entender e identificar los roles que van juagar las nuevas estrategias de comunicación por parte del estado, el papel de los duopolios mediáticos, la instrumentalización de las candidaturas independientes, y la tramposas narrativas de “participación ciudadana” y “cultura cívica”. Pero sobre todo decisivos para estimular la movilización, la articulación de agendas, y organización estratégica de procesos de incidencia y participación política a nivel nacional.

2-Cuentanos de las industrias culturales en México a nivel institucional y corporativo? A qué nivel impacta el modelo de colonialismo interno en el contexto del arte?

No creo que podemos hablar como tal de industrias culturales, existe una industria cultural súper centralizada territorialmente a las grandes ciudades, con todo lo que esa perspectiva colonial conlleva, epistemicidios, linguisticidios a diestra y siniestra, centralización del dialogo cultural y centralización absoluta en términos de la distribución de los recursos públicos.  Es una industria estacionaria, retrograda, sobre la que gravitan a su alrededor pequeñitas iniciativas culturales por el tema de sostenibilidad y financiamiento. Manejadas por la misma gente, socializada entre los mismos canales, y ejecutada en los mismos espacios.

En México no existe siquiera formalmente un Ministerio o Secretaria de Cultura, lo que existe es casi un Ministerio de Artes, un ministerio de “disciplinas artísticas” que legisla la cultura bajo una perspectiva colonial del siglo XIX, de solamente entender cultura a partir dela ejecución disciplinar de determinadas prácticas artísticas, todo el universo cultural que no se acota a esas disciplinas y practicas queda totalmente fuera de la “legislación” y “legitimación” como practica cultural y artística. No hay entendimiento de la cultura como un eje transversal a todo proceso orgánico de la dimensión social, y a todo proceso de transformación social. La industria cultural en México no ve la cultura desde un campo de transversalidad, no ve el compromiso que puede tener la cultura con las agendas políticas y sociales del siglo XXI, por ejemplo pensar derechos humanos, medio ambiente, políticas de igualdad racial, agenda lgbttiq, justicia reproductiva, salud, planificación urbana desde el campo cultural por ejemplo. No ve la cultura como forjadora intercultural de los nuevos diálogos civilizatorios en el siglo XXI. Aunado al gran rezago de esta industria cultural frente al deseo dinámico de la ciudadanía, la industria cultural va un paso lentísimo, sobre paradigmas viejísimos, su retraso y conservadurismo la ha incomunicado con el deseo dinámico de la ciudadanía. La industria cultural en México como en casi toda Latinoamérica, es un dispositivo normativo de incubación y reproducción de los paradigmas epistémicos, estéticos, culturales más coloniales, racistas, clasistas y conservadores que puede haber. Existen iniciativas “alternativas”, en forma, en ejecución, que ritualizan la alternatividad, pero una alternatividad que no solo no crea discontinuidades epistémicas con el paradigma colonial, sino que los refuerza. Siguen instalados inconscientemente en el eurocentrismo como horizonte civilizatorio de sofisticación, siguen reproduciendo prácticas y estructuras pigmentocraticas del universo cultural, y siguen entendiendo los procesos creativos y de producción cultural al margen de condiciones identitarias, corporales, históricas, geopolíticas. Esa misma falta de articulación es la que no les permite preguntarse nada desde su lugar de enunciación, no les permite pensar desde una “geopolítica del conocimiento”, el por qué hay marcadores históricos, culturales, identitarios, de raza, clase, que deberían de exigirles producir cultura y arte diferente o más allá de los horizontes de lo que se produce en Suiza, Austria, Bélgica o cualquier espacio cultural súper blanco al que históricamente han mitificado.  

Esa alternatividad es solo un performance, un ritualizacion. Hay un absoluto desconocimiento, desinterés y deslegitimación con lo que se produce fuera del mapa mental de Occidente. Galerías alternativas que refuerzan estructuras de gentrificación, despojo, desalojo y silenciamiento, proyectos descarados de apropiación cultural, etc. No existe una democratización y descentralización radical de la producción cultural y artística, por el contrario esa misma “alternatividad” refuerza con sus privilegios de raza y clase los ciclos históricos de colonialismo interno en el quehacer cultural, de quien produce cultura, donde se produce cultura, a través de que canales se socializa esa cultura, quien está totalmente excluido de ese espacio cultural, quien tiene pasaporte para entrar, o quien carga con demasiados atavíos de pobreza y racializacion para ser “utilizado” , “explotado” como objeto de exposición y animal de vitrina, mas no como sujeto de conocimiento. La cultura en México como en muchísimas partes de Latinoamérica, ha tenido el rol hegemónico de funcionar como un correlato civilizatorio de ciudadanización, su relación con toda forma de colonialismo es intrínseca.

3-.Como opera la colonialidad en esferas como el Rap o el Spoken Word dado que históricamente en otros países se presentan como entidades racializadas y agentes antagónicos naturales respecto a la hegemonía?

Claro, forma parte del mismo problema. En México el hecho de que el Hip Hop no se entienda como una experiencia y una disputa cultural, política, estética, narrativa proveniente de comunidades históricamente racializadas, de la cultura de la diáspora, que emergió como respuesta inventiva a procesos violentos de genocidio, criminalización y asimilacionismo cultural,  responde a la misma amnesia y desarticulación que ha existido históricamente para asociar marcadores raciales, culturales, de clase, e históricos de identidad con todo el campo cultural y artístico en general y a todos los niveles en el país, sea esto Hip Hop, Jazz o Son Jarocho . La narrativa de lo “urbano” enmascaró con una ambigüedad pendejisima, las razones históricas, la matriz cultural y la genealogía del hip hop. Digamos que cortó toda la genealogía histórica, y se quedó con la inmediatez de la “calle”. Pero con una narrativa de la calle sin marcadores de raza y clase. A todo mundo le encanta la narrativa de la calle, pero nadie quiere cargar con la responsabilidad de los marcadores de raza y clase que tiene fundacionalmente la narrativa de la “calle” en el hip hop.

Hubo otra escenita enfrascada con el fetichismo técnico de la cultura del braggadocio. Pero nuevamente desde una perspectiva desarticulada de cualquier correlato histórico, más cercana a la cultura lúdica y competitiva de video juegos que a la experiencia competitiva de Eric B & Rakim.

Sumado a los procesos grotescos de colonialismo cultural, y la abstracción absurda de la “identidad mexicana” da en las matemáticas resultados cabronamente vergonzosos, de absoluta confusión y despolitización.

Raperos ultra nacionalistas defensores de la bandera y los grandes meta relatos de la mexicanidad, raperos y eslameros con punchlines culturales y literarios que hacen solo referencia a Sócrates y Bukowski. Raperos que exacerban la mentalidad aspiracional y colonial de la clase media mexicana, utilizando como escenario de sofisticación y vanguardia apartamentos de la Colonia Roma y contratan solo modelos mexicanas blancas para sus videos, raperos que odian el reggaetón y dicen tener más afinidad cultural con Guns and Roses y Rafael Lechowski que con 2 Live Crew, raperos racistas, raperos de derecha, raperos con problemas tóxicos de masculinidad, raperos ultra homofóbicos, raperos que refuerzan la narrativa colonial de que la tristeza y la apatía política es una expresión pura de inteligencia. Mientras en lugares como Brasil por razones históricas la comunidad del hip hop se involucra en creación de políticas públicas de igualdad racial, cuotas raciales en las universidades, o en Cabo Verde se produce cine desde la experiencia de Hip Hop a través de observatorios de políticas culturales, o en Guatemala se utiliza como instrumento de educación popular y dialogo intercultural, en México se celebran artículos súper mediocres de Hip Hop nacional, en revistas súper coloniales de hipsterismo tardío o súper atrasado. Así estamos, y ese es el escenario cultural del Hip Hop y la cultura en general, no solo en México, sino en muchas partes de Latinoamérica y el Caribe. La práctica artística es el síntoma, el colonialismo cultural la enfermedad. Una cosa cabrona.

4.-Cual es tu opinion sobre las recientes iniciativas de visibilizacion y reconocimiento de los "afromexicanos" por parte de algunas entidades gubernamentales? Es el tèrmino adecuado o resulta parte de una agenda asimilacionista? A grandes rasgos explicanos como funcionan las politicas y relaciones raciales en un lugar como México?

Exacto, hay que empezar por desmontar esas categorizaciónes de “Afromexicano” o “afromestizo”, que vuelven a ser asimilacionistas, y enmasacaradoras de correlatos históricos de racismo y colonialismo interno en la experiencia de la población negra en México. Específicamente cuando aluden conceptualmente al “mestizaje”, como dispositivo civilizatorio, de ciudadanización y blanqueamiento. Aunado a que refuerzan la falsa abstracción de la “mexicanidad” y lo “mestizo”. Por muchas razones históricas se ha apelado más al uso de categorías como negro, o incluso afrodescendiente, aunque también existen discusiones conceptuales bastante relevantes sobre lo conflictivo y neutralizador que en determinados contextos geográficos representa el concepto de afrodescendiente. El tema de negritud y afrodescendencia en México, no forma parte del debate ni de la agenda pública, muchísimo menos el de agenda racial por transversal que sea en todos los sentidos. La discusión sobre negritud en México, no tiene más de 50 años en la esfera pública, el tratamiento ha sido desde una perspectiva académica bien colonial, desde la antropología, la etnografía, o más recientemente reducido a la narrativa de “objeto” de discrimen, impulsada principalmente por órganos públicos y ONGS. Que tienden de forma absolutamente ominosa a entender la identidad racial como una condición de discapacidad, metiendo en la misma perspectiva, discrimen contra población negra que discrimen contra población con sobre peso o población con ceguera. Solamente existe la negritud en la situación de discrimen. Así de grave el asunto.  Para no hacer el cuento tan largo, recientemente algunos sectores académicos y de la sociedad civil, presentaron frente a la asamblea constituyente de la Ciudad de México, una iniciativa de ley de reconocimiento de la población negra en la Ciudad de México.  Pienso definitivamente que hay buenas intenciones, y que es una iniciativa importante, sin embargo si noto muchos vacíos, y pocas ambiciones prácticas que se traduzcan en dignificación, redistribución y cambio estructural en las condiciones sociales de existencia de la población afrodescendiente en México. La iniciativa se reduce mucho a una ley de simple reconocimiento, y no una ley que se traduzca prácticamente en la implementación de políticas públicas de igualdad racial. Ahí está mucho del problema, el tener temor de pensarlo desde el campo político, jurídico, cultural, económico de igualdad racial. Parte del legado cultural del colonialismo interno, la izquierda estacionaria del siglo XX, y los pseudo cientistas sociales ha sido la incapacidad o resistencia analítica para ver el marcador racial en los ciclos históricos de desigualdad y pobreza. 

En el Estado de Oaxaca tenemos un antecedente de como una ley de reconocimiento, ha sido totalmente insuficiente, una política placebo, un simulacro de reconocimiento. Hay muchos obstáculos políticos y estructurales a que enfrentarse como para que lleguemos a la negociación con demandas tibias, y planteamientos afro convenientes. Más cuando estamos dialogando con cabilderos ignorantes, funcionarios públicos racistas, e imbéciles que ven en la agenda racial un fetichismo ideológico, o una demanda que pueden ellos mimetizar en leyes generales ya existentes y no en leyes secundarias que puedan convertirse en políticas públicas de igualdad racial. Si me preguntas que veo insuficiente y conflictivo, veo insuficiente y conflictivo algunas cosas tanto de agenda como conceptuales. El que se siga entendiendo como conflictivo el uso de la palabra raza por asociarse a un criterio biologicista, y no se entienda como una categoría socio jurídica para explicar los procesos históricos y sistémicos de racializacion. El que se piense la palabra “negro” como categoría negativa, (discusión superada en otros contextos hace 40 años), y se sobre pongan unilateralmente categorías asimilacionistas como “afromexicano”. El que dentro de las demandas se opte deliberadamente por la categoría de “becas” y no “cuotas raciales” en escuelas, espacios laborales, cargos públicos, medios de comunicación, representación política etc. El que se pugne tibiamente por la “prohibición de racismo, y no por la “criminalización del racismo”, el que no se piense racismo a partir de la perspectiva ampliada de violación de derechos humanos. El que no se piense afrodescendencia desde una perspectiva más ampliada de derechos culturales. Etc. En términos de representatividad política, el que la población negra no sea la que este disputando y protagonizando la agenda política, y ocupe un lugar secundario, en el que sea útil solo como recurso para hablar autobiográficamente de su experiencia como objeto de discrimen, mas no como sujeto de conocimiento en la construcción de la agenda. La representatividad política, nunca es solo representatividad política, sea esto en los espacios académicos, laborales, de la militancia, de las organizaciones sociales, de la cultura, etc. El que siguiendo los términos, sean “euro mexicanos” los protagonistas de las agendas políticas, culturales, académicas, de la población “afrodescendiente” es una expresión cabal de las estructuras de colonialismo interno, racismo institucional en todas las esferas de la vida pública. Insisto, la iniciativa tiene valor, y algo que me parece importante y vital en la vida política, es justamente la capacidad de tener un dialogo, cruces, retroalimentación, incluso enfrentamientos sin que esa misma critica sea instrumentalizada, y sirva a los intereses de esa clase política colonial, y sectores pseudo intelectuales racistas innatos que están frontalmente en oposición a la implementación de la ley, eso jamás! No es un tema simple, hay experiencias en la región de conquistas históricas vitales en la agenda de igualdad racial, como el caso de Brasil, Colombia, que demuestran que sobre un tema transversal como el racismo sistémico, estructural e institucional hay que seguir trabajando día a día desde distintos frentes, articulando múltiples agendas, lenguajes, recursos, espacios, agentes, narrativas, formas inventivas de resistencia y compromisos infranqueables con nuestras utopías del siglo XXI.

5-.Has enfocado tu trabajo en la educación popular, cuéntanos el porqué de su relevancia en este momento histórico?

La educación popular siempre ha respondido a momentos históricos, como practica de discontinuidad, de acompañamiento a procesos de organización comunitaria, de reivindicación de luchas populares, de recuperación de la memoria histórica, como facultad pedagógica en las luchas anti coloniales y procesos de descolonización. En escenarios como los nuestros donde la educación ha fungido históricamente como estructura y motor de reproducción violenta de procesos de colonialismo interno, racismo epistémico, construcción de identidades e imaginarios nacionales, estratificación social y naturalización de desarrollos desiguales es más que nunca fundamental y vital el papel de la educación popular. Casos como los Escuelas normales rurales en México  muestran la importancia histórica en estas coyunturas de la educación popular en los procesos de acompañamiento a movimientos sociales micro regionalizados, formas de organización comunitaria y procesos de resistencia y participación política, contra el paramilitarismo, la mega minería y las eólicas, los crímenes de estado, la privatización de la educación, los feminicidios, las desapariciones, libertades civiles, medio ambiente, la agro industria, acoso a medios libres y prensa comunitaria, desmantelamiento de medios de subsistencia de la población indígena etc.  Cada día hemos agrandado más las palabrotas, palabrotas que no comunican, no empoderan, no socializan saber ni afecto. Ahí es cuando la educación popular nos ha permitido a través de otros códigos epistémicos, y post disciplinares facilitar procesos de dialogo, intercambio, solidaridad, dignificación, amor propio, descolonización, desaprendizaje, creación denuevos horizontes utópicos, movilización de deseo político, imaginar otras formas de relacionarnos y sobre todo otras formas de vida.

6-. En qué proyectos estas trabajando actualmente? Que viene por ahí?

Actualmente estoy involucrado en mil cosas, estoy impartiendo un seminario sobre imaginarios coloniales y racismo institucional en múltiples universidades, trabajo en un observatorio de políticas culturales a nivel regional, escribo para varios sitios, hago actividades académicas, encuentros y foros con movimientos sociales, sigo presentando y creando conversatorios a partir de mi último libro “En Blanco y Prieto”, formo parte de la red latinoamericana de mediactivismo y periodismo independiente Facción, y par de cosas más etc. Desde el 2015 por muchas razones entendí la necesidad de diversificar mi trabajo, involucrarme en muchas agendas y participar en distintos procesos desde distintos espacios. Actualmente estoy trabajando en un próximo libro, que será una compilación de ensayos y narrativa, no tengo un título definido, pero adelantare que llevara por subtitulo “Abecedario corporal del colonialismo”, y todos los textos estarán tematizados a partir de una parte del cuerpo.  Sumado a eso, pienso crear un álbum pequeño de Spoken Word que sea en asociación al libro. Estando en Dominicana he empezado a trabajar el asunto del álbum de Spoken Word, estoy súper paciente a todo el proceso. Además de eso seguir ampliando redes, construir cultura comunitaria y trabajando en proyectos de colectividad e inteligencia colaborativa.

Bien decía un viejo plomero cubano, “todo lo relacionado a mi trabajo te lo hago, te lo resuelvo, si eso implica que me llames para que te baje tu gato del árbol, yo te resuelvo, yo te lo bajo”. Jajajaja. Para delante siempre, que hay horizonte!.

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