Aesthetics / Reshaping Social Subjectivity
by Bocafloja
I ve always been interested in aesthetics as a form of discourse. Beyond the limitations of concrete messages that can be read or seen on clothes, I opt to center my analysis and appreciation at the space in which Black and Brown bodies merge with the production adjacent to their existence.
White bodies can suscribe to an ideology or political discourse by wearing a T-shirt that clearly empathizes with it, proudly rocking dirty sneakers as a tangible representation of their "cosmopolitan lifestyle” as globetrotters. The white left often feels scandalized by impeccable and expensive shoes wore amongst Black and Brown activists, nothing new; Sterility and the abominable intrinsic correlation between whiteness and hygiene. Their "immaculate tidiness" remains intact even when swimming in the mud, Body politics 101.
Aesthetics, ornaments, and accessories were always an important element within indigenous cultures in pre-colonial times. I remember reading a short story about a funeral in Ghana, in which a widow was carefully selecting the most impressive attire for her beloved deceased arguing that no one should make such a transition wearing everyday clothes; the farewell must be majestic.
I am convinced that the aesthetics of austerity can be very colonial.
In despite of the overpowering wave of liberalism that co-opts and attempts to neutralize every single Black and Brown cultural experience, Dandyism in certain contexts is still a very powerful practice that carries a vibrant disjunction towards the hegemonies: the possibility of reshaping social subjectivity within the colonized.
Fuck narratives of 'excellence and respectability', the european suit is redesigned in direct opposition to sanitized cut and sew.
Transgression rhymes with flyness, please clean those shoes.
(español)
Estética / Reconfigurando la subjetividad social
Siempre me ha interesado la estética como una forma discursiva. Mas allá de las limitaciones de leer o escuchar un mensaje en concreto en una prenda, opto por centrar mi análisis y apreciación en aquel espacio en que los cuerpos racializados se funden junto a la producción adyacente a su existencia.
Los cuerpos blancos pueden suscribirse a una ideología o discurso político tan solo al usar una camiseta que mediante el mensaje escrito logre empatizar con esos procesos, usando orgullosamente tenis sucios como una representación tangible de su vida cosmopolita como trotamundos.
La izquierda blanca con frecuencia se escandaliza cuando algunos activistas Black & Brown muestran sin empacho su gusto por los tenis caros. Nada nuevo, esterilidad y la intrínseca abominable correlación entre blanquitud e higiene. Su “pulcritud inmaculada” permanece intacta incluso cuando ellos nadan en el lodo. Políticas del cuerpo lección 1.
La estética, ornamentos y accesorios han sido un elemento importante en el contexto de las culturas indígenas desde el periodo pre-colonial. Recuerdo haber leído una historia corta sobre un funeral en Ghana, en el cual una viuda se daba a la tarea de seleccionar cuidadosamente la vestimenta del difunto, argumentando que nadie debería hacer esa transición tan importante vestido en ropa de todos los días; la despedida debe ser majestuosa.
Estoy convencido que las estéticas de la austeridad pueden ser de lo mas coloniales.
A pesar del liberalismo como una ola avasalladora que co-opta e intenta neutralizar cada una de las experiencias culturales de los pueblos racializados, el Dandismo por ejemplo en ciertos contextos (y cuerpos) continua siendo una practica poderosa que trae consigo una vibrante disyuntiva con respecto a la hegemonía: La posibilidad de reconfigurar la subjetividad social entre los colonizados.
A la mierda esas narrativas de la “excelencia” o la “respetabilidad”, porque aquí el traje europeo es rediseñado en oposición directa a los cortes de la “sastrería fina”.
Transgresión rima con un estilo cabrón, así que por favor, limpie bien sus zapatos.