Cuando la industria cultural hegemónica en un país como México se encuentra estacionada en los bordes de la melancolía blanca criolla y su privilegio histórico, en discusiones filosóficas estériles de auto-consumo, en la descarada reconstrucción de una memoria "a lo Krauze" , en la reminiscencia a la poesía del siglo de oro, en la subordinación automática al pragmatismo colonial de la real academia española de la lengua, en el total desconocimiento de una entidad geográfica "tan remota" llamada Belice, en los falsos conversos al judaísmo que abundan en Villa Coapa o Ciudad Satélite, en los aforismos de Cioran, en las nalgas de Bjork, en el miserable puente artístico-gentrificador San Telmo - Colonia Roma, o en las texturas barrocas, lo único que resta para el cuerpo del oprimido en términos de producción cultural es el crear una nueva plataforma con la consciencia clara de que la guerra esta cantada.
Bajo esta ecuación, En Blanco y Prieto de Fabian Villegas es un ejemplo de como la narrativa en primera persona tiene la capacidad de socializar el discurso y la agenda política, de colectivizar los espacios mas íntimos del cuerpo y de recordarle a cualquiera que la expresión artística tiene mas posibilidades, pero sobre todo responsabilidades que la autosatisfacción creativa.
Una colección de historias cortas que exhiben procesos interseccionales de raza, género, clase, a través de una caminata por el andamiaje diaspórico de a pie, ejecutadas en un formato franco y conciso que aligera la pesadumbre implícita en nuestro stress post-traumatico.
La vida en blanco y prieto.