Los códigos culturales cambian y marcan pautas nuevas en la producción artística, las cuales generan estándares con un carácter propio, con un lenguaje re-significado, coherente con el pulso del día.
Pensar en que "la música buena" era la de "antes" o legitimar únicamente aquellos "sonidos clásicos" de "la vieja escuela o la era dorada" de cualquier movimiento, no es mas que un síntoma irrefutable de miopía y angostura en el análisis crítico.
The Internet al mismo tiempo impacta y sensibiliza a la comunidad queer que a todo aquel que aprecia la musicalidad de un soul que se acompaña de un juego lírico y discursivo con ciertas alusiones filosóficas, las cuales desmembran el repetitivo manejo del ego en la narrativa de los artistas de su generación, dandole un vuelco hacia una discusión mas relevante a nivel colectivo.
La voz de Syd the Kyd es privilegiada y Ego Death es uno de esos albumes que merecen escucharse de "pies a cabeza" y así abrazar el sonido de los crecidos en la era del internet.
