De sobra sabemos que la oferta de consumo cultural en el contexto de la television debe seleccionarse con cautela si es que no se quiere comprar una dosis de indignación e irritabilidad dada la pobreza de contenido relevante y la constante falta de respeto a la inteligencia y capacidad crítica del consumidor.
Mientras The Get Down acaparaba la atención mediática ( no me tomó mas de 15 minutos en cerrar mi laptop después de evidenciar de inmediato el carácter soso y asimilacionista de su narrativa ), Atlanta, serie producida y creada por Donald Glover (a quien muchos quizá reconozcan por su proyecto musical bajo el nombre de Childish Gambino) , dirigida por Hero Murai , captó mi atención de inmediato.
Atlanta construye un dialogo interseccional profundo , crítico y relevante en un formato simple y fértil, capaz de abordar la complejidad de las políticas raciales, de genero y clase mediante discursos que no por coloquiales en el marco de una serie televisiva dejan de ser una radiografía acertada y coherente con el momento histórico actual de todo sujeto colonial en diferentes partes del mundo.
La estética se suma a la linea discursiva y se atreve a romper con los formatos recurrentes en las series de esa índole.
Atlanta transgrede los bordes de Georgia y nos permite cartografíar el cuerpo propio en base a un reflejo evidente; nuestra condición multidimensional como sujetos racializados.