Si de redefinir los patrones normativos de la industria cultural hegemónica se trata, Prince no vaciló en salir de las estructuras “seguras”, no solo deconstruyendo las limitaciones nominales restrictivas de varios “géneros musicales” , sino procesos mas relevantes a largo plazo como la identificación binaria de género, especialmente dentro del marco de la masculinidad Negra.
Su estética musical quizá estuvo siempre varias décadas adelante, o atrás, donde el tiempo no altera el sonido y la experiencia musical no es un producto perecedero.
Sus complejidades son muchas y bailamos reflejados en ellas, ademas de hacerlo con su música.
Larga vida Prince.