Angela Davis / Brief note by Bocafloja
I came across Angela Davis through the music of Queen Latifah. Mexico City, early 90’s, pre-internet era, reading The Source magazine was some sort of personal ritual in which I recognized tremendous intellectual value. My engagement in the political realm was null, although I always recognized my body politics. In 1999 I went to Cuba and performed at the Festival Internacional de Rap Cubano, in which a series of symposiums were taking place.
One morning, I walked into one of the conference rooms to realize that the main discussion was centered on the work of Angela Davis, presented by a predominantly young Black women panel, unequivocally involved in Hip Hop culture. The connection was consolidated and my comprehension of rap music changed from a one dimensional art form to a multi-dimensional conglomerate of experiences directly attached to Black and Brown existence.
No book has ever touched me emotionally as deep as Soledad Brother by George Jackson, in which Angela taught me one of the most valuable lessons ever; the politics of affection.
Angela translated Hegel’s work to the language of my body.
Angela shared with me valuable tools to navigate the social fabric as a colonial subject.
Angela redefined my optics on the relationship between space, surveillance and structural violence.
Angela empowered my militancy by questioning my hyper-masculinity.
Larga vida Angela.
(Español)
Me crucé por primera vez con Angela Davis a través de la música de Queen Latifah. Ciudad de México, inicio de los 90’s, en la era pre-internet, leer la revista The Source era una especie de ritual personal en el cual lograba reconocer un tremendo valor intelectual.
Mi compromiso y enganche con lo político era nulo, aunque siempre reconocí las políticas de mi cuerpo.
En 1999 fui a Cuba para participar en el Festival Internacional de Rap Cubano, el cual incluía en su programa una serie de simposios. Una mañana, camine hacia un de los cuartos de conferencias para darme cuenta que la discusión que estaba teniendo lugar estaba centrada en el trabajo de Angela Davis, presentada por un panel compuesto mayoritariamente por mujeres Negras, jóvenes e inequívocamente involucradas en el movimiento de Hip Hop.
La conexión fue consolidada de inmediato y mi comprensión de la música Rap cambió de una forma artística uni-dimensional a un conglomerado de experiencias directamente adjuntas a la negritud e indigeneidad como patrones de existencia.
Ningún libro ha sido capaz de tocarme emocionalmente de forma tan profunda y poderosa como Soledad Brother de George Jackson, en el cuál Angela me enseño una de las lecciones mas valiosas jamás aprendidas; Las políticas del afecto.
Angela tradujo el trabajo de Hegel al idioma de mi propio cuerpo.
Angela me compartió herramientas valiosas para navegar el tejido social como un sujeto colonial.
Angela redefinió mi óptica con respecto a la relación entre espacio, vigilancia y la violencia estructural.
Angela empoderó a mi militancia a través de cuestionar mi hipermasculinidad.
Larga vida Angela.