La criminalización del cuerpo del oprimido es una extensión del terrorismo sistémico, un ejercicio que opera de forma institucional, con notas al pie, mediante un racismo impregnado profundamente en los modelos operativos de las estructuras de poder.
Aqui recordamos el caso de "la corredora de Central Park” sucedido en 1989 en donde una mujer blanca fue violada y golpeada severamente mientras corría por Central Park en NY.
El sistema de justicia de la Ciudad de Nueva York articuló el caso como una medida incendiaria que polarizaba socialmente y por ende fortalecía los sesgos que definen a la estratificación racial mediante el linchamiento moral y posterior encarcelamiento injusto de cinco jóvenes negros quienes aparentemente se encontraban en el parque durante el momento en que sucedió el acto de violencia en contra de la mujer blanca.
El ser un joven de color bajo el marco de un modelo de colonialismo interno dentro del juego mezquino de la democracia liberal lleva implícito una serie de condicionamientos politicos que atentan contra las condiciones mas básicas de humanidad.
Aqui compartimos el documental Central Park Five, que de algún modo logra contextualizar lo sucedido desde un ángulo mas objetivo, evidenciando las irregularidades del proceso jurídico en contra de los jóvenes, pero sobre todo exponiendo la naturaleza de una estructura de poder diseñada para ejercer un riguroso acto de subyugación sobre el pueblo negro alimentando las prisiones y reivindicando los valores del complejo industrial carcelario.