La Región Salvaje / Critical Analysis
by Bocafloja
I started watching La Región Salvaje with certain caution. A cold Sunday night in the Bronx and my expectations for the NBA all star game vanished after the first quarter; considered giving Amat Escalante’s most recent film some room in my thought process. As a cultural consumer i stay away from whiteness, no matter if it speaks Spanish. Being Los Bastardos one of my favorite all time movies by Mexican directors, I had enough curiosity to check La Región Salvaje, especially since it deals with racialized bodies and the analysis of pleasure, non-binary sexuality and the politics of joy in regards to morality.
Long sequences in the film brilliantly construct a language that challenges any construction that centers dialogue as the only form of discourse. Otherness is portrayed by a fictional character, a non-human looking monster, who embodies a third space in which citizenship, punishment, violence and joy have their own jurisdiction.
I couldn’t resist watching an interview with the director and I regret it. Besides the obvious disparity and lack of correlation between characters as objects of study and the director as a metaphor for the colonial gaze, his own articulation on the film feels quite poor in comparison to the great job he did on screen.
Despite the same old colonial dynamics inherent in Latin America’s cultural industries, La Región Salvaje is definitively worth the time invested, no matter what day of the week or team playing on TV.
Enjoy, with critical eyes, always.
(Versión en español)
Comencé a ver La Región Salvaje con cierta cautela. Una noche fría en el Bronx mientras mis expectativas por el juego de estrellas de la NBA se desvanecieron rápidamente tras un primer cuarto mediocre; tiempo de considerar abrirle espacio a Amat Escalante dentro de mi proceso de pensamiento.
Como consumidor cultural, deliberadamente me alejo de la blanquitud, incluso cuando esta se exprese en español. Siendo Los Bastardos una de mis películas preferidas de todos los tiempos dirigidas por un director mexicano, la curiosidad por ver La Región Salvaje es suficientemente fuerte, aun más cuando aborda la temática de cuerpos racializados y el análisis del placer, la sexualidad no-binaria y las políticas del goce en relación a la moral.
Las secuencias largas en el film construyen brillantemente un lenguaje que se le para enfrente a cualquier construcción que centre al dialogo como el único formato discursivo.
La otredad es personificada a través de un personaje de ficción, un monstruo sin características humanas, el cual encarna un tercer espacio en el que la ciudadanía, el castigo, la violencia y el goce tienen su propia jurisdicción.
No pude resistir ver una entrevista del director hablando sobre la película y me arrepiento. Además de la disparidad obvia y la falta de correlación entre los personajes como objetos de estudio y el director blanco como una metáfora del voyeurismo colonial, su articulación y explicación del film fue un tanto pobre en comparación con el gran trabajo que realizó en pantalla.
A pesar de las viejas dinámicas coloniales inherentes a las industrias culturales Latinoamericanas, la inversión de tiempo para ver La Región Salvaje definitivamente vale la pena, sin importar que día de la semana sea o que equipo esta siendo televisado.
Disfruta el brillo, con ojos críticos, siempre.