Fuerza Evo; De las cuentas por cobrar y otras excusas intrincadas.
Por Bocafloja
¿Quienes diseñaron las nociones hegemónicas de la heroicidad? Probablemente los mismos que pretenden olvidar que “el ejercicio democrático” carga de forma implícita relaciones coloniales de poder.
En esa medida, la figura de Evo Morales como un cocalero Aymara en una posición de liderazgo, siempre le ha resultado sumamente incomoda a las estructuras neoliberales en el mundo.
Este no es un ensayo de política económica, ni una arenga de pros y contras intrincada en las excusas.
En cualquier caso y bajo cualquier óptica basada en “números fríos” (como los “conocedores del dinero” en el universo capitalista suelen decir), la figura de Evo Morales respecto a su mandato en Bolivia arroja datos a favor innegables y sin precedentes;
¿Dudas? consulte fuentes mas allá de los guiones de la OEA y sus socios mediáticos. Haga su tarea.
Luego aterrícelo en el “lenguaje” discursivo de su preferencia: lo acontecido en Bolivia es un golpe de estado vil, ruin y miserable, el cual no suscribe a los bordes de un “conflicto exclusivo” de las clases trabajadoras en El Alto.
Estamos frente a un escenario que se constituye como un atentado directo al sur global, a las luchas anti-coloniales y a todo sujeto racializado en el mundo independientemente de su ubicación en el mapa.
Uno de los ecos del descaro de este domingo es ver como se ha puesto en evidencia el nivel de enajenación liberal y apatía selectiva en muchos de los agentes culturales, artísticos e intelectuales aparentemente involucrados directa o indirectamente en los diálogos sobre políticas raciales en todo el mundo.
Por la vida van brincoteando aquellos que han hecho de la Pachamama su bastión identitario, pero que juran ser “neutrales” en momentos históricos como este, como si los derechos de la tierra y los abrasivos diseños geopolíticos que han intoxicado al planeta no tuvieran nada que ver con la lógica imperial-colonial de explotación capitalista que esta gestando el golpe en Bolivia.
Por la vida van brillando en los reflectores de una farándula non-profit aquellos que han hecho de la políticas de respetabilidad una carrera redituable, esos hombres y mujeres modelos de las “sociedades conscientes y despiertas”, quienes abrazan un modelo de justicia social sustentado en la promesa de la visibilidad y la representación, pero irremediablemente servil a las condiciones de subalternidad que el estado-nación designo para ellos.
Cuenta la leyenda que en el corazón de las mil diasporas, los intelectuales racializados de la inmediatez en el “mundo latinx” pasaron horas teorizando sobre el “legado cultural” de Walter Mercado, pero guardando silencio absoluto ante lo sucedido en Bolivia ; de ese tamaño el pendejismo irresoluto y la miopía respecto a al análisis crítico.
En la bitácora neoliberal los cuentos son largos , las cuentas muchas y las deudas económicas, morales, e históricas siguen inflando un crédito por demás vencido en el banco del hartazgo de los pueblos del mundo.
“Nos vemos a la vuelta” dicen en el barrio,
Ojo, que nos vemos a la vuelta.
Fuerza Evo,
Fuerza pueblo Boliviano.