Hoy generamos una intersección a través de la palabra y narrativa desde el cuerpo prieto; desde nuestra urgencia por un arrebato no filtrado por la moralidad blanca.
La generación Beat puede comerse un cable de mi parte.
Spoken Word que no se presenta como mediador y vehículo complaciente entre la periferia y el centro de poder; el café orgánico aquí debe salir por la puerta trasera acompañado del liberal mezquino.
Aquí no interesa la teatralización de la melancolía Blanca representada a través de un pendejo tirandose al piso "ganando puntos en Slams “ por sus “transgresiones” ingenuas.
"So pena" de ser vetados en los festivales de “poesía en voz alta” organizados por la alternatividad criolla, aqui el manifiesto: Hacemos Spoken Word.
Cimarronaje en efecto. Crackers beware.
Disfruto de la poesía relevante de mi familia extendida.
Aquí Smita James, Caira Lee y Ariana Brown.