Y lo digo esto no para reforzar la narrativa colonial de la izquierda criolla Latinoamericana que con monumentos a la ignorancia, la mediocridad analítica y al enfrascamiento eurocéntrico siempre ha visto no solo con indiferencia, lejanía, sino incluso menosprecio los movimientos independentistas de África en el siglo XX. Por considerarlos menores de edad, ilegítimos porque bajo su entender fueron motivados por el mismo desinterés de Europa o literalmente arriados al proceso civilizatorio por el marxismo revolucionario de Cuba y la Unión Soviética.
Como si la sangre no se hubiera gastado, o como si las brújulas, las botas y las balas de los Lumumba, Cabral, Sankara, Agostinhio Neto no hubieran existido. Narrativa que el mismo Fidel con la lucidez, y precisión que lo caracterizaba desmintió infinidad de veces, dándole un lugar vital, fundamental a las luchas de liberación y descolonización en África en la conformación de su soberanía y del proceso revolucionario en el sur global.
Digo esto para poner de relieve el internacionalismo del proceso revolucionario cubano, y la socialización de metodologías, tácticas y estrategias militares vitales para muchos procesos revolucionarios de liberación y construcción de justicia social.
Decidí centrarme en África, pero podríamos seguir cartografiando la solidaridad y el ejemplo revolucionario de diplomacia cubana con Nicaragua, Venezuela, Vietnam, Granada, Haití, Palestina, Irak, Libia, Chile, Siria, Republica Dominicana etc.
O la solidaridad a través de la campaña continental humanitaria de “Operación Milagro”, que consiste en operar gratuitamente a personas latinoamericano/as de bajos recursos que padecen cataratas y otro tipo de enfermedades oculares. Campaña que dispone de 49 centros oftalmológicos en 15 países de América Latina y el Caribe, que ha permitido que desde el 2004 cerca de 3 millones de personas de 35 países recobren la vista.
O el exitoso programa universal de alfabetización “Yo sí Puedo”, propuesto por el mismo Fidel para erradicar el analfabetismo en el mundo, en definitiva el programa más exitoso de alfabetización a escala global, que ha dado resultados sin precedentes en Venezuela, Nicaragua, Australia, Ecuador, Bolivia, España, Nueva Zelanda, Panamá en la lucha contra el analfabetismo y los ciclos históricos de desigualdad y violencia producidos alrededor de él.
El viernes 25 de noviembre Fidel murió de vejez en una cama, contra todos los pronósticos, y con 639 atentados orquestados principalmente por la CIA cargados sobre su espalda. Que van desde el envenenamiento de un traje de buceo, dinamita en sus puros, veneno en una batida, polvo en sus botas, una pistola disfrazada de cámara fotográfica en una rueda de prensa. Hasta los más tradicionales atentados con francotiradores, mercenarios mediocres, gatilleros de la disidencia cubana entrenados directamente por la CIA en un zoológico de Florida. Atentados contra Fidel pero también atentados contra el pueblo cubano, como el caso del avión de cubana de aviación caído en Bahamas orquestado por Orlando Bosch y la CIA, bombazos en hoteles de la Habana, propagación de la epidemia de dengue hemorrágico creado en un laboratorio privado por los mismo servicios de inteligencia de Washington, hasta el sin fin de atentados orquestados por el mismo Posada Carriles en complicidad claro está nuevamente con la CIA.
Fidel sobrevivió a 11 administraciones de los EU, que sumaron esos 639 atentados, quizá de todos en el que no pude evitar pensar cuando imagine a Fidel ya descansando en su cama, fue aquella operación secreta en la que un grupito de la CIA se dio a la tarea incasable de investigar literatura científica sobre variedades y tipologías de moluscos de mar para determinar si era viable poner o no una bomba dentro de un molusco de mar con el que presuntamente Fidel se iba a encontrar en una de sus mañanas de buceo. La historia te absolvió hace tiempo. Hasta siempre Fidel. Hasta siempre Comandante.
Esto es ante todo un reconocimiento a las y los millones de cubanos de a pie que han sido parte orgánica de ese proceso revolucionario.